viernes, 22 de agosto de 2008

CALLE SIN SALIDA


¿Has estado alguna vez en un callejón sin salida? Quizás no. Yo sí lo he estado y en ese caso, no tienes otra alternativa que regresar por donde viniste. Esto me hace pensar en el Profeta Jonás. El libro que lleva su nombre se podría resumir desde el punto de vista literario en una novela de cuatro Capítulos con cuarenta y cuatro versículos, de los cuales, ¡ en treinta y nueve de ellos se menciona el nombre de Dios!

El mensaje del libro se resume en un solo versículo (cap.3, vs.4) "Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: "De aquí a cuarenta días Nínive será destruída"

Aún recuerdo, cuando niña a mi maestra de Escuela Dominical contar esta historia y la facinación que producía el hecho de que "el gran pez" se tragara a Jonás...Pero hay algo más allá del pez y la ciudad malvada. Este personaje pecó de desobediente, soberbio e irresponsable.

Desobediente, al rechazar la manifestación de la voluntad divina que era la de extender Su misericordia a los malvados Ninivitas.

Soberbio, al querer hacer su voluntad tratando de "huir lejos de la presencia de Dios" (1:3) Es posible que este anti-profeta hubiera leído el Salmo 139:7-12 y aún seguir intentando lo que no tenía sentido.

Irresponsable. Mientras Jonás dormía placidamente, la gente a su alrededor clamaba en su equivocación a sus propios dioses falsos y el que tenía al Dios verdadero....dormía

La frase del Capitán del barco registrada en Jonás 1:6-b me averguenza y duele: "¿Qué tienes dormilón?" ¿No se parecen muchas veces estas tres características a nuestra actitud ante un mundo que se pierde sin esperanza de vida eterna ante nuestra vista indiferente? Estamos acaso mostrando nuestros" rangos y credenciales ministeriales "como lo hizo Jonás? 1:9: "Soy Hebreo y temo al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra firme," les respondió.

No esperemos que otros trabajen por la Obra.. ¡trabajemos nosotros y transmitamos el Mensaje de Salvación que al igual que los Ninivitas, sí se convertirán!

Para pensar: No subamos al barco de la comodidad e indiferencia, ¡batallemos en tierra, éste es nuestro campo de acción! ¿Lo crees?

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