viernes, 8 de agosto de 2008

SALMOS 23






Este hermoso Salmo de David es también llamado el Salmo del Pastor.


Aún tengo fresca en mi memoria la noche en que mi padre estaba cerca a partir a la presencia del Señor cuando recitó junto conmigo estas hermosas líneas: vs.4: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno , porque tú estarás conmigo, tu vara y tu cayado me infundirán aliento"...no dijo más.


David sabía todo acerca de los pastores, porque él había sido uno de ellos (1.-de Samuel 16:19):"Y Saúl envió mensajeros a Isaí diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas". Cuando David confió en Dios para salvación, se convirtió en una oveja. Tú y yo nos convertimos en ovejas cuando vinimos arrepentidos a Jesús en busca de Su perdón. Las ovejas son criaturas indefensas que dependen de su pastor para dirección, alimentación y protección.


El pastor posee dos implementos importantes: una vara y un cayado. Así mismo, Dios los posee: la vara de la corrección para que no nos salgamos de Su camino y el cayado de Su Amor para atraernos hacia El (el cayado es un bastón curvo por la parte superior que sirve para agarrar a la oveja por el cuello para que entre al redil) Tanto la vara como el cayado causan dolor a la oveja cuando es sometida a este castigo, igual nos duele a tí y a mí Su corrección , pero sabemos que El quiere guiarnos por Su camino, alimentarnos con Su Palabra y protegernos del pecado.


Es el Amor protector de Dios que debería inspirarnos a vivir vidas santas y a darnos aliento en medio del duro batallar de la vida.



¿Cómo afecta a tu vida el hecho de saber que Dios es tu Pastor?



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