viernes, 21 de agosto de 2009

EL CORAZON


El Libro de los Proverbios de Salomòn, hijo de David, rey de Israel dice que "el corazòn es la fuente de la vida".

El corazòn fìsico late entre 72 a 80 latidos por minuto aproximadamente, pero en la Biblia el tèrmino corazòn es sinònimo de alma, espìritu, mente. Y es que los humanos sentimos, pensamos, actuamos, hablamos desde el corazòn.

El Salmista dice: "Mi corazòn inclinè a cumplir tus estatutos de continuo, hasta el fìn." Salmos 119:112

En la Escritura hay ejemplos de personas cuyos corazones se endurecieron al punto de insensibilizarse como fue el caso del Faraòn que endureciò su corazòn segùn se lee al final de cada plaga en Egipto, a fìn de no permitir que el pueblo de Israel saliera a adorar a su Dios en el desierto. Por otro lado, otro hombre, el rey David, de quien Dios dijera que era "varòn conforme a Su corazòn" (1. de Samuel 13:14) (Hechos 13: 22-b).

David no solo se deleitaba en obedecer la Palabra de Dios sino que muchas de sus conversaciones ìntimas con el Padre fueron escritas para nosotros en el Libro de los Salmos, de ahì deducimos que la principal caracterìstica de un corazòn que ama a Dios es la pasiòn por obedecerle.

Muy a pesar de los graves errores que cometiera David, Dios lo reinvindica despuès de su plegaria de arrepentimiento en el Salmo 51: 1-19. Es de notar especialmente el versìculo 10 "Crea en mì, oh Dios, un corazòn limpio, y renueva un espiritu recto dentro de mì."

¿Y què de nuestros corazones?

¿Seràn mejores o peores que el de estos personajes que hemos considerado en esta reflexiòn?

Recordemos que: "reconocer nuestras rebeliones" (vs.3) y estar concientes contra quien hemos pecado (vs.4) nos reinvindicarà a nosotros tambièn como a David porque..."al corazòn contrito y humillado no despreciaràs tu, oh Dios" (vs.17-b)

PARA MEDITAR:

"Engañoso es el corazòn màs que todas las cosas, y perverso;

¿quièn lo conocerà?

Hagamos de cada amanecer a un nuevo dìa: Un motivo para poner nuestros corazones en el Altar de Dios: para caminar en rectitud
para perdonar al que continuamente me hiere
para permanecer obediente y fiel en Su Camino.


FOTO: Venda sobre un corazòn herido.



viernes, 7 de agosto de 2009

SOLDADOS

"Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fìn de agradar a aquel que lo tomò por soldado" (2. de Timoteo 2:4)
Desde que el hombre pisò la tierra han existido las guerras y los guerreros. Algunos lucharon legìtimamente, otros, como en el caso de Caìn motivado por los celos y la envidia, toma venganza por su mano cegando asì la vida de su propio hermano. (Gènesis 4:8)

Las guerras se suceden innumerables veces en la Biblia y hasta los dìas modernos no han cesado, y es que las guerras continùan dentro del corazòn del hombre.
En el pasaje Bìblico con que esta reflexiòn dà inicio, encontramos al Apòstol Pablo que està terminando su ministerio espiritual y encarga a Timoteo que transmita a otros las enseñanzas que ha recibido de èl. Pablo utiliza algunos sustantivos para describir a Timoteo, entre otros: "obrero", "hijo", "siervo", "vaso", "atleta", "labrador" y en el versìculo 2 "soldado".
Pablo aconseja a Timoteo que se prepare como un buen soldado, siendo que èl mismo antes de terminar su carrera espiritual dice : "he peleado la buena batalla."

Y què decir de Jesùs: ¡Què valiente fue Jesùs! Cuando se acercaba su momento, Lucas 9:51-b dice : "Cristo afirmò Su rostro para ir a Jerusalèn. En Jerusalèn le esperaba el horror, la tortura. El sabìa lo que le esperaba pero no dudaba del Plan perfecto de Dios.
No es fàcil ser un buen soldado, se sufre penalidades, escasès, privaciones, soledad. Se necesita ser disciplinado, esforzado, sacrificado. En 1. de Corintios 9:27 leemos: "Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado."

En los tiempos Bìblicos, antes de entrar en combate, los soldados lanzaban un grito de guerra, con esto asustaban a sus enemigos y ellos cobraban valor.
Nosotros somos soldados. La vida cristiana se presenta como una guerra en la que tenemos que ganar cada batalla.

Como buenos soldados (2. de Corintios 11:23)
Sufriremos penalidades:
No nos enredaremos en los negocios de esta vida.
Desearemos agradar a aquel que nos tomò como soldados.

PARA MEDITAR:

Sir Winston CHurchil a la hora de reclutar soldados, les prometiò:
"sangre, sudor y làgrimas." No les prometiò "prosperidad, popularidad y fama".
Jesùs nos ofrece: "Nièguese a sì mismo, toma tu cruz y sìgueme" yo siempre le dirè: ¡¡¡SI, JESUS!!! y tù?

FOTOS: Soldados en el campo de batalla.

Soldados descansando en sus trincheras.