viernes, 7 de agosto de 2009

SOLDADOS

"Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fìn de agradar a aquel que lo tomò por soldado" (2. de Timoteo 2:4)
Desde que el hombre pisò la tierra han existido las guerras y los guerreros. Algunos lucharon legìtimamente, otros, como en el caso de Caìn motivado por los celos y la envidia, toma venganza por su mano cegando asì la vida de su propio hermano. (Gènesis 4:8)

Las guerras se suceden innumerables veces en la Biblia y hasta los dìas modernos no han cesado, y es que las guerras continùan dentro del corazòn del hombre.
En el pasaje Bìblico con que esta reflexiòn dà inicio, encontramos al Apòstol Pablo que està terminando su ministerio espiritual y encarga a Timoteo que transmita a otros las enseñanzas que ha recibido de èl. Pablo utiliza algunos sustantivos para describir a Timoteo, entre otros: "obrero", "hijo", "siervo", "vaso", "atleta", "labrador" y en el versìculo 2 "soldado".
Pablo aconseja a Timoteo que se prepare como un buen soldado, siendo que èl mismo antes de terminar su carrera espiritual dice : "he peleado la buena batalla."

Y què decir de Jesùs: ¡Què valiente fue Jesùs! Cuando se acercaba su momento, Lucas 9:51-b dice : "Cristo afirmò Su rostro para ir a Jerusalèn. En Jerusalèn le esperaba el horror, la tortura. El sabìa lo que le esperaba pero no dudaba del Plan perfecto de Dios.
No es fàcil ser un buen soldado, se sufre penalidades, escasès, privaciones, soledad. Se necesita ser disciplinado, esforzado, sacrificado. En 1. de Corintios 9:27 leemos: "Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado."

En los tiempos Bìblicos, antes de entrar en combate, los soldados lanzaban un grito de guerra, con esto asustaban a sus enemigos y ellos cobraban valor.
Nosotros somos soldados. La vida cristiana se presenta como una guerra en la que tenemos que ganar cada batalla.

Como buenos soldados (2. de Corintios 11:23)
Sufriremos penalidades:
No nos enredaremos en los negocios de esta vida.
Desearemos agradar a aquel que nos tomò como soldados.

PARA MEDITAR:

Sir Winston CHurchil a la hora de reclutar soldados, les prometiò:
"sangre, sudor y làgrimas." No les prometiò "prosperidad, popularidad y fama".
Jesùs nos ofrece: "Nièguese a sì mismo, toma tu cruz y sìgueme" yo siempre le dirè: ¡¡¡SI, JESUS!!! y tù?

FOTOS: Soldados en el campo de batalla.

Soldados descansando en sus trincheras.

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