martes, 1 de septiembre de 2009

LOS TRES TIPOS DE HOMBRES



¿Serà acaso posible dividir al ser humano en tipos ò clases? Parecerìa un poco osado hacerlo porque de hecho, ya estarìamos nosotros mismos ubicàndonos en una de estas categorìas. En 1.- de Corintios, capìtulo 2: 14 leemos: " Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espìritu de Dios, porque para èl son locura , y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente." Aquì, vemos al Apòstol Pablo refirièndose a la primera de tres categorìas:




EL HOMBRE NATURAL.


Desde el punto de vista del nuevo nacimiento y de la capacidad para recibir y comprender la Palabra de Dios , es decir, las cosas que nos han sido reveladas por el Espìrtitu Santo, veremos que el hombre natural es el hombre SIKIKÒS , este tèrmino proviene de la palabra griega "siquè"que significa "alma", literalmente hablando, habrìa que decir que es un hombre animal. El hombre natural vive de acuerdo con lo natural, su intelecto y sus emociones lo gobiernan, nunca ha nacido de nuevo, es un inconverso. El hombre natural no està despierto a las cosas espirituales, peor aùn, para èl son locura. No puede entender lo espiritual porque no es racional. La Palabra de Dios, sus promesas, la gracia,el perdòn y la fè son cosas incomprensibles para el hombre natural. El mundo del hombre natural es tà limitado por su entendimiento finito y sus sentimientos. El hombre natural no puede entrar en el reino de Dios porque en èl no hay lugar para lo racional. Jesùs dijo:" De cierto, de cierto te digo ,que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios." (Juan 3:3)




EL HOMBRE CARNAL.


Èste es es hombre SARKIKÒS, Èste tèrmino proviene de la palabra griega "sarx" que significa "carne." ¿Dònde està la diferencia? En èsto: el hombre Sarkikòs quiere agradar a Dios en las pobres fuerzas de su carne, pero no ha aprendido todavìa a andar en el Espìritu.




La frase "cristiano carnal" fue usada por primera vez en 1.-de Corintios 3:1 cuando Pablo habla a los cristianos en Corinto. Pablo les dijo: "...no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo."


Lo primero que aprendemos en este pasaje es que el cristiano carnal es como niño.


El cristiano carnal es uno que ha nacido de Dios, pero vive fuera del reino de Dios. No crece espiritualmente, no madura y no se puede cuidar.


El problema està en que el cristiano carnal debe de haber pasado ya por esta etapa de su vida espiritual. Es como un niño de 6 años de edad que no puede leer ni escribir bien.


Cuando nacemos todos somos carnales y cuando nacemos de nuevo esta carnalidad persiste . El problema con los cristianos Corintios fue que despuès de varios años todavìa eran carnales.


De manera que la carnalidad del hombre no es removida por medio de la conversiòn , sino que debe ser removida por medio de la obra de santificaciòn y comuniòn, ìntima con Dios.


Al no crecer el cristiano quedarà "enano espiritual" lo que lo llevarà a practicar las obras de la carne segùn Gàlatas 5: 19-21




EL HOMBRE ESPIRITUAL.


"En cambio el espiritual juzga todas las cosas , pero èl no esjuzgado de nadie."


El hombre espiritual es el hombre NEUMATIKÒS , esta expresiòn viene de la palabra griega "neuma" que significa "espìritu."


El hombre "neumatikòs " a diferencia del "sarkikòs,"no trata de agradar a Dios, sino que màs bien se deja guiar por el Espìritu, aprende a andar en el Espìritu y no en sus propias fuerzas. El hombre espiritual crucifica continuamente los deseos de la carne.


Hay que resaltar tres caracterìsticas del hombre espiritual:




1.- El entendimiento de los deseos de Cristo.


2.- El fruto del Espìritu.


3.- La direcciòn delEspìritu.




PARA PENSAR:


Estàn estas hermosas palabras de Jesùs:


"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen (Juan 10:27)


¿En què categorìa te ubicarìas hermano-a?


¿Sikikòs? ¿Sarkikòs? ¿Neumatikòs?




FOTO:
Tres hombres caminando
junto al mar ¿Cuàl pertenecerà
al grupo"hombre natural",
"hombre carnal", "hombre espiritual"?








Nota: Agradezco al Hno. Alberto Gonzàlez por permitirme publicar su artìculo.

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